miércoles, 13 de marzo de 2013

¿Podemos cambiar nuestra "realidad"?

Todos creemos o estamos conscientes de que nuestros ojos son capaces de observar  los elementos que nos rodean y aquello que ocurre en torno nuestro; funcionan como receptores de lo que sucede fuera de nuestro organismo, permitiéndonos así conocer o darnos una idea de la "realidad" en la que vivimos; sin embargo, no todas las señales que recibimos son realmente integradas por nuestro cerebro. El cerebro no reconoce diferencia alguna entre una imagen que vemos y esa misma imagen que recordamos, las mismas zonas en éste son activadas ante ambas situaciones, entonces ¿Realmente vemos la realidad o solo no podemos ser conscientes de ella? 
Si el cerebro procesa grandes cantidades de información y solo somos consciente del 0.5% de esta, podemos concluir que no podemos ser realmente conscientes de la realidad. La realidad es desde cierto punto subjetiva para cada individuo, percibimos las cosas de manera distinta de acuerdo a nuestras experiencias previas, sean estas negativas o no. Además, nos limitamos a creer que el mundo exterior es estático y fijo, que cambia de acuerdo a sus propias leyes y que no podemos intervenir de manera significativa en él, creemos que es más real que nuestro propio mundo interior. Pero ¿Qué tal si pudiésemos manipular esta "realidad" aparente? El universo y el mundo que nos rodea, cada ser, cada partícula, cada pequeño átomo, está compuesto de energía, de información, de ideas, y esta realidad externa no es totalmente ajena a nuestra realidad interna, el ser humano es capaz de producir estas ideas, esta energía; y lo que pasa dentro afecta  lo que pasa fuera; por ejemplo: Masaru Emoto que desarrolló su teoría "El pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y ésta cambia  absolutamente" realizó diversos experimentos en los que sometió determinadas cantidades de agua destilada a una prueba, algunas muestras fueron colocadas en un envase cuya etiqueta poseía mensajes positivos como "paz", "gracias" y "amor" y las restantes etiquetadas con mensajes contrarios, posteriormente obtuvo cristales congelados de ambas muestras y observó que aquellos pertenecientes a las primeras poseían formas más estructuradas y estéticamente "bellas"
Podemos creer que si existe un cambio o efecto sobre el agua siendo esta un elemento inerte, qué pueden hacer las ideas sobre nosotros mismos y más aún, qué pueden hacer con el entorno que nos rodea, con nuestra realidad. La física cuántica plantea la posibilidad de cambiar nuestra realidad al volvernos más conscientes de ella y al ser conscientes de que somos uno con ella. 
Entonces siendo los unos con nuestro entorno, todas aquellas acciones y pensamientos  tendrán un efecto sobre él, que sean éstos positivos o negativos (según nuestro propio juicio) depende meramente de nosotros, pues de una u otra manera, terminaremos siendo nosotros en quienes repercutan los efectos de nuestro propio pensamiento.

1 comentario:

  1. Respecto a lo publicado, todo depende desde la forma y manera en que se observen las situaciones, ya que el cerebro humano, como tú lo mencionas solo percibe la información que le es útil en ese momento, circunstancia, instante, acontecimiento, hecho, suceso, etc.Esto para su beneficio y desecha la información que no considera útil, entonces se puede decir que solo percibimos lo que nos parece mas adecuado dependiendo de nuestro criterio, estado de animo y la manera en que nos relacionamos con nuestro entorno.

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