Alimentación
en el diabético
La
diabetes es una enfermedad muy común en nuestros días pues afecta a personas de
todos los niveles socioeconómicos y de todas las edades (incluyendo a los
niños). En esta enfermedad hay una disminución de insulina que produce trastornos
en el metabolismo y que al transcurrir el tiempo produce alteraciones en todo
los sistemas. La diabetes mellitus tipo se produce porque el sistema inmune
ataca las propias células pancreáticas encargadas de la secreción de insulina (la
insulina permite que la glucosa proveniente del azúcar entre a la célula y se
convierta en energía) por lo que son insulinodependientes (deben inyectarse
insulina para el control del nivel de glucosa en la sangre) y la tipo II tiene
una relación con la obesidad y la alimentación.
En ambos
casos los objetivos del tratamiento dietético o la alimentación es aportar
energía y nutrientes suficientes para lograr un crecimiento y desarrollo
adecuado en los niños y mantener o mejorar el estado nutricional en el caso de
los adultos, controlar los niveles de glucosa en la sangre (la cual se eleva al
consumir carbohidratos como en el caso del azúcar) y evitar posibles
complicaciones. El tipo de alimentos y sus cantidades deben adecuarse de manera
individual y aunque tal vez resulte difícil determinar si los alimentos
consumidos son adecuados para la persona, hay algunas maneras sencillas de
mejorar su alimentación:
1.- Cuidar el peso: Pesarse de
manera constante (cada tres o cuatro
días) para saber si se está consumiendo lo suficiente; un bajo peso indica que
la persona requiere una ingesta energética mayor.
2.- Evitar el consumo de
azúcares simples (alimentos que contengan azúcar) y preferir el consumo de
carbohidratos complejos (provenientes de los cereales, las frutas, las verduras
y las leguminosas, en el caso de los cereales evitar los provenientes de
harinas refinadas y preferir los integrales).
3.- Consumir una adecuada
cantidad de fibra: llevar una dieta equilibrada que contenga frutas, verduras,
cereales integrales y leguminosas asegura un consumo de fibra óptimo (la fibra
soluble contribuye a equilibrar los niveles de glucosa y colesterol en la
sangre, disminuir la absorción de grasa y dar una sensación de saciedad).
4.- Elegir las carnes blancas
sobre las rojas, consumir pescado dos veces por semana y elegir las piezas o
cortes magros.
5.- Limitar el consumo de
grasas saturadas o “malas” que provienen de lso alimentos de origen animal y
sustituirlas por grasas insaturadas o “buenas” provenientes de los aceites comestibles
de cocina (sin exposición al fuego), las nueces, lso frutos secos, algunas
hortalizas y el pescado).
6.- Evitar un consumo excesivo
de sal.
7.- Consumir cantidades
adecuadas de agua.
8.- Procurar la práctica de
ejercicio o actividad física.
9.- El uso de tablas de
alimentos con bajo y moderado índice Glucémico (que incrementan la glucosa en
sangre de manera baja o moderada) puede contribuir a elegir mejor los
alimentos.
10.-
En caso de hipoglucemia (disminución de glucosa en sangre) preferir la ingesta
de fruta de moderado a alto índice Glucémico sobre otros alimentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario