miércoles, 10 de abril de 2013

Alimentación en el diabético
La diabetes es una enfermedad muy común en nuestros días pues afecta a personas de todos los niveles socioeconómicos y de todas las edades (incluyendo a los niños). En esta enfermedad hay una disminución de insulina que produce trastornos en el metabolismo y que al transcurrir el tiempo produce alteraciones en todo los sistemas. La diabetes mellitus tipo se produce porque el sistema inmune ataca las propias células pancreáticas encargadas de la secreción de insulina (la insulina permite que la glucosa proveniente del azúcar entre a la célula y se convierta en energía) por lo que son insulinodependientes (deben inyectarse insulina para el control del nivel de glucosa en la sangre) y la tipo II tiene una relación con la obesidad y la alimentación.
En ambos casos los objetivos del tratamiento dietético o la alimentación es aportar energía y nutrientes suficientes para lograr un crecimiento y desarrollo adecuado en los niños y mantener o mejorar el estado nutricional en el caso de los adultos, controlar los niveles de glucosa en la sangre (la cual se eleva al consumir carbohidratos como en el caso del azúcar) y evitar posibles complicaciones. El tipo de alimentos y sus cantidades deben adecuarse de manera individual y aunque tal vez resulte difícil determinar si los alimentos consumidos son adecuados para la persona, hay algunas maneras sencillas de mejorar su alimentación:
1.- Cuidar el peso: Pesarse de manera  constante (cada tres o cuatro días) para saber si se está consumiendo lo suficiente; un bajo peso indica que la persona requiere una ingesta energética mayor.
2.- Evitar el consumo de azúcares simples (alimentos que contengan azúcar) y preferir el consumo de carbohidratos complejos (provenientes de los cereales, las frutas, las verduras y las leguminosas, en el caso de los cereales evitar los provenientes de harinas refinadas y preferir los integrales).
3.- Consumir una adecuada cantidad de fibra: llevar una dieta equilibrada que contenga frutas, verduras, cereales integrales y leguminosas asegura un consumo de fibra óptimo (la fibra soluble contribuye a equilibrar los niveles de glucosa y colesterol en la sangre, disminuir la absorción de grasa y dar una sensación de saciedad).
4.- Elegir las carnes blancas sobre las rojas, consumir pescado dos veces por semana y elegir las piezas o cortes magros.
5.- Limitar el consumo de grasas saturadas o “malas” que provienen de lso alimentos de origen animal y sustituirlas por grasas insaturadas o “buenas” provenientes de los aceites comestibles de cocina (sin exposición al fuego), las nueces, lso frutos secos, algunas hortalizas y el pescado).
6.- Evitar un consumo excesivo de sal.
7.- Consumir cantidades adecuadas de agua.
8.- Procurar la práctica de ejercicio o actividad física.
9.- El uso de tablas de alimentos con bajo y moderado índice Glucémico (que incrementan la glucosa en sangre de manera baja o moderada) puede contribuir a elegir mejor los alimentos.
10.- En caso de hipoglucemia (disminución de glucosa en sangre) preferir la ingesta de fruta de moderado a alto índice Glucémico sobre otros alimentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario