martes, 9 de abril de 2013


Nuestra alimentación ayer y hoy

La alimentación es el proceso por el cual los organismos obtenemos la energía y todos los nutrientes que requerimos para sobrevivir mediante la ingesta de alimentos. Esta a diferencia de la nutrición es un proceso totalmente consciente y voluntario.
La alimentación es entonces una acción totalmente indispensable para la supervivencia, sin embargo el sobrevivir no implica tener salud y es en ésta donde la alimentación repercute en gran medida. Desde hace miles de años se conocía ya la existencia de una relación entre la alimentación y la salud; Hipócrates decía  que nuestra alimentación era nuestra medicina, pero ¿es esto cierto? Indubitablemente la alimentación tiene un impacto en nuestra salud, dependiendo del tipo de alimentación que llevemos y sus características cuantitativas y cualitativas, pueden verse afectados los diversos sistemas que componen nuestro organismo (manteniéndolo de la manera más óptima posible, mejorando su estado, predisponiéndolo a una vasta diversidad de enfermedades o provocándole un daño directo).
En la antigüedad, hablando de una manera muy genérica, se llevaban a cabo prácticas alimenticias que podrían considerarse más adecuadas: se consumía una mayor cantidad de alimentos de origen vegetal y éstos a su vez eran cultivados sin el mayor uso de pesticidas, fertilizantes y otros químicos, la calidad de los alimentos cárnicos era mayor (el uso de hormonas, sustancias y técnicas que permiten una mayor rentabilidad de la cría de animales se extiende cada vez más), los horarios de comida se respetaban, se dedicaba un mayor tiempo a la preparación de los platillos y a su consumo, se procuraban más comidas dentro de casa, etc. Lo cual ha cambiado de manera muy significativa con el avance tecnológico, el surgimiento de las industrias de la “comida chatarra”, el incremento en la producción de alimentos refinados y la globalización. Ahora la alimentación de muchos mexicanos proviene de en gran medida de “la tiendita”, mientras que muchos otros optan por establecimientos de comida rápida y ¿cuál es la diferencia entre ambos? Lamentablemente se podría decir que una es que los segundos se ven en la necesidad de abrir algún tipo de empaque, sin embargo la calidad nutricional de ambos tipos de comida es inadecuada (alimentos ricos en azúcares simples, sal y grasas principalmente saturadas que ponen al individuo en riesgo de enfermedades tales como la diabetes mellitus, cardiopatías, hipertensión arterial, etc.). Por otra parte el trabajo y el incrementado ritmo de vida que se lleva hoy en día impiden que muchos se alimenten en casa y consuman sus comidas en tiempos muy reducidos y sin compañía.
Ante ello la opción es establecer horarios de comida que se adapten a las necesidades de cada uno, optar por alimentos “más sanos” y que cumplan con nuestro gusto y solvencia económica, dedicar un tiempo a las comidas y siempre en compañía de alguien cuya compañía disfrutemos (porque con buena compañía la comida sabe mejor).

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