INICIA
UNA NUEVA VIDA REALIZANDO DEPORTE
La obesidad y el
sedentarismo son dos de los factores de riesgo más significativos para
desarrollar enfermedades como diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc.
Realizar deporte es parte de la solución para prevenir o tratar estas y otras
enfermedades más.
Entre los beneficios que el
ejercicio brinda a tu salud se encuentran:
- Reducción de los niveles de presión arterial
- Reducción de los niveles de colesterol ´´malo´´ LDL y triglicéridos.
- Elevación de los niveles de colesterol ´´bueno´´ HDL.
- Modulación de los valores de glucemia (azúcar en sangre) esencial para la prevención de la diabetes.
- Reducción de la masa grasa del cuerpo respecto a la masa magra.
- Aumento de la sensación de bienestar.
- Mejoramiento de las funciones digestivas.
- Entre otros…
El deporte entonces nos
ayuda a mantenernos saludables, pero, ¿cuál es el ejercicio que debo escoger?
¿Aeróbico o anaeróbico?
El
ejercicio aeróbico requiere de un pequeño esfuerzo, durante el
cual se puede respirar con ritmos normales y se pueden prolongar en el tiempo.
Algunos ejemplos de este
tipo de ejercicio son caminar, trotar, el tenis, ciclismo etc.
Durante la actividad
aeróbica se usa el oxígeno para producir la energía necesaria para la
contracción de los músculos y por eso se habla de metabolismo aeróbico.
En este caso para la
producción de la energía el organismo utiliza los azucares disponibles durante
los primeros 20 minutos, y luego recurre a los lípidos almacenados.
Es el entrenamiento ideal
para quemar grasa acumulada, adelgazar las piernas y las caderas y también para
aumentar la capacidad cardiaca. Para un buen rendimiento en estas actividades
las comidas deben ser poco calóricas por ejemplo antes del entrenamiento comer
una fruta y un yogurt descremado, un pan con mermelada o un pan tostado con
miel.
El
ejercicio anaeróbico implican esfuerzos intensos pero de breve
duración en los que el cuerpo necesita de una mayor cantidad de energía y de
oxígeno.
Algunos ejemplos de este
tipo de ejercicio son carreras rápidas, el salto, el canotaje y el
levantamiento de pesas.
En este caso los músculos
utilizan primero el azúcar en la sangre, luego queman las grasas y cuando el
oxígeno ya no alcanza, se recurre a las reservas de azúcar presentes en el
hígado y en los músculos.
Sin embargo en este caso la
energía desaparece rápidamente y el esfuerzo hace que se concentre ácido
láctico en los músculos, lo cual determina la fatiga.
Estos ejercicios son
adecuados para reforzar huesos y músculos, mientras que no son muy
recomendables para quienes sufren de alteraciones cardiovasculares.
Aquí los azucares y las
sales minerales desempeñan un papel esencial en el trabajo muscular a tal grado
que si faltan se puede ver comprometido el ejercicio físico y se puede
presentar calambres y dolores musculares.
Después de haber leído algunos
de los beneficios que el ejercicio brinda a tu salud y conocer los tipos que hay, inicia
una nueva vida realizando el ejercicio que más se apegue a tu gusto y a tus
necesidades al menos 30 minutos 3 veces por semana con 10 minutos de previo
calentamiento y veras que bien te sentirás.
No olvides llevar una
alimentación balanceada y tomar 2 litros de agua al día.
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