domingo, 7 de abril de 2013

ALIMENTOS CONTRA EL CANCER

 
 
Conocemos numerosos alimentos que, si nos acompañan a lo largo de la vida de una manera constante, van a estar haciendo la mejor prevención para evitar el cáncer. Estos productos son especialmente los vegetales. Elaboran sustancias para protegerse del sol, el aire, la interperie y nos los regalan a nosotros. Se convierten en nuestros aliados para proteger las células.

Zanahorias y tomate

Hay estudios que confirman que consumiendo productos ricos en carotenos, como la zanahoria y otros tan habituales como el tomate, se puede hacer prevención de muchos tipos de tumores malignos. Por ejemplo, cáncer de próstata, frecuente en los hombres.
Hemos aumentado la oportunidad de vivir muchos años porque la sociedad ha avanzado. En España la expectativa de vida es muy larga. Para vivir todos esos años con plena salud hay que estar siempre acompañado de vegetales.

Fibra

Está presente en las verduras, frutas, frutos secos, cereales integrales y legumbres enteras. Son moléculas tan complejas y resistentes que no somos capaces de digerirlas y llegan al intestino grueso sin asimilarse.

El componente principal de la fibra que ingerimos con la dieta es la celulosa. Es un polisacárido formado por largas hileras de glucosa fuertemente unidas entre sí. Es el principal material de sostén de las plantas, con el que forman su esqueleto. Se utiliza
para hacer papel. Otros componentes habituales de la fibra dietética son la hemicelulosa, la lignina y las sustancias pécticas.

Algunos tipos de fibra retienen varias veces su peso de agua, por lo que son la base de una buena movilidad intestinal al aumentar el volumen y ablandar los residuos intestinales. Debido al efecto que provoca al retrasar la absorción de los nutrientes, es indispensable en el tratamiento de la diabetes para evitar rápidas subidas de glucosa en sangre. También aporta algo de energía al absorberse los ácidos grasos que se liberan de su fermentación bajo la acción de la flora intestinal. Por último, sirve de lastre y material de limpieza del intestino grueso y delgado.
Al cocer la fibra vegetal cambia su consistencia y pierde parte de estas propiedades, por lo que es conveniente ingerir una parte de los vegetales de la dieta crudos.


1. Aceite de oliva: La grasa monoinsaturada
protege del cáncer colon-rectal. Al actuar sobre los ácidos biliares, el aceite de oliva disminuye el riesgo de evolución de la mucosa digestiva a adenoma o carcinoma. Sin olvidar que al mantener flexibles las arterias mejora la circulación y oxigenación de todos los tejidos.

2. Agua: No es un alimento, pero no podemos vivir sin ella. El agua mantiene vivas nuestras células, regula muchas funciones y ayuda a la eliminación de toxinas por la orina y heces.

3. Ajo y cebolla: El ajo y la cebolla contienen alicina, un compuesto rico en azufre que actúa como depurador del hígado, eliminando las sustancias tóxicas que se acumulan en la sangre y tejidos. Además, el ajo se une a las toxinas, neutralizando sus efectos en las células.

4. Algas: Son depurativas, ricas en minerales y vitaminas y contienen fibra. Las algas son una comida habitual en países como Japón, con una baja incidencia de cáncer de mama. Algunos especialistas las recomiendan para ayudar a eliminar los efectos secundarios del tratamiento con quimioterapia y radioterapia por sus efectos reforzadores del sistema inmunológico.

5. Arroz integral: En Japón el arroz es objeto de numerosas investigaciones contra el cáncer. Al ser una semilla, contiene inhibidores de la proteasa que parece que retrasan la aparición del cáncer. En el salvado de arroz existen sustancias anticancerosas que parecen proteger del cáncer del colon, mama y próstata.

6. Berenjena: Como otros vegetales de color violeta, contiene sustancias anticancerosas que parecen proteger a las células de las mutaciones que provoca el cáncer.

7. Cítricos: Es conocida su riqueza en vitamina C, son antioxidantes y estimulantes de las células de defensa. Además, no hay que olvidar que contienen flavonoides, protectores de los capilares sanguíneos que mantienen las membranas permeables y oxigenadas.

8. Coles: El brócoli, repollo, coliflor, berros y rábano no deben faltar en la mesa, son un cóctel antitumoral, refuerzan las defensas, eliminan los radicales libres y protegen las células.

9. Fresas: Son interesantes por sus efectos depurativos. Ayudan a limpiar el organismo de toxinas, contienen fibra, minerales y vitaminas.

10. Frutas del bosque: Las moras, arándanos y grosellas son ricas en un pigmento morado llamado antocianina que tiene un gran efecto antioxidante. También son ricas en vitaminas A y C, minerales, pectina y ácidos vegetales. Se están estudiando los efectos preventivos de estas frutas en el caso de la leucemia.

11. Frutos secos: Las nueces, avellanas, almendras y pipas de girasol son una fuente de vitaminas B y E, y minerales como el magnesio, manganeso, selenio y zinc. Con una pequeña cantidad se asegura un buen aporte de antioxidantes.

12. Legumbres: Lentejas, garbanzos, guisantes y judías pueden ser un elixir anticancerígeno. Las legumbres son muy ricas en fibras e inhibidoras de proteasas que previenen contra los tumores de mama y colon principalmente.

13. Manzana: Contiene ácidos clorogénico y elágico que bloquean la aparición de cáncer en experimentos con animales. Al tener pectina, la fibra también actúa favoreciendo la eliminación de toxinas a través de las heces.

14. Melón: Es rico en beta carotenos antioxidantes y contiene muy pocas calorías para mantener a raya los tumores relacionados con la obesidad.

15. Miel: Tiene propiedades antisépticas, por lo que es útil para evitar las infecciones asociadas al descenso de la inmunidad que conlleva el tratamiento con quimioterapia.

16. Pescado: Los ácidos grasos Omega 3 además de ser beneficiosos para el corazón y las arterias también se utilizan para mejorar el estado de las personas con cáncer.

17. Pimientos: El color amarillo, rojo y verde de los pimientos es la señal de su riqueza en beta carotenos junto a la vitamina C; ambos son antioxidantes y protectores de las mucosas. También contienen capsaicina que bloquea los compuestos precancerosos que aparecen en la carne y pescados ahumados y
curados.

18. Remolacha roja: El color morado de la remolacha roja esconde un potente regenerador celular, las betaínas.

19. Setas chinas: Las setas tipo maitake, shiitake y reishi se utilizan en la medicina tradicional china para reforzar el sistema inmune por la presencia de unos compuestos llamados betaglutanos que estimulan la fabricación de interferón natural, un eficaz anticancerígeno.

20. Soja: Las mujeres orientales tienen menor riesgo de padecer tumores de mama y ovario. Parece que la dieta rica en soja y sus derivados como el tofú, tempeh, miso o seitan es responsable de su invulnerabilidad. La soja contiene genisteína, inhibidores de las proteasas e isoflavonas, protectores frente al cáncer de mama.

21. Te verde: Contiene poli fenoles, que anulan los efectos de los nitros aminas y tiene poderes antioxidantes. Es un poderoso protector contra las radiaciones ambientales.


23. Uva: Las uvas con piel y pepitas contienen
antioxidantes como el resveratol que bloquean los agentes cancerígenos y el crecimiento de los tumores.

24. Yogur: Las bacterias beneficiosas que contiene el yogur ( acidófilos, lacto bacilos) regeneran la flora intestinal y evitan la aparición de productos tóxicos en la digestión. Muy útil para prevenir el cáncer de colon, pero se recomienda para todo tipo de tumores.

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