- Antes de adquirir un producto de los denominados light, revise la etiqueta, en especial en lo referente a la declaración nutrimental, la lista de ingredientes y composición energética, y compare estos datos con lo declarado en los convencionales (sin reducción), no sólo por cada 100 gramos, sino también por ración. Esta comparación también permite establecer si en verdad tienen una reducción sobre el nutriente que no se desea consumir, y si vale la pena pagar el costo, generalmente mayor.
- Tenga en cuenta que el hecho de que un alimento se ostente como light no siempre significa que su aporte calórico es bajo, por lo que a pesar de ser light, debe controlar su consumo, como es el caso de los chocolates y mermeladas, entre otros.
- Los alimentos light obtenidos gracias a la reducción del contenido graso pueden ser útiles para diversificar la alimentación de quienes tienen que controlar la cantidad de grasas en su dieta, pero tenga en cuenta que comiendo menos cantidad de algunos alimentos y cocinando de la manera adecuada, se consigue reducir la ingesta de grasas y de azúcares sin necesidad de optar por los alimentos light, que por lo general son más caros.
- Se tiene la idea errónea de que los productos light adelgazan, o “que no engordan prácticamente nada”. Con esa creencia, se consumen en exceso, con el consecuente incremento de peso, incluso mayor que si se hubieran ingerido los productos convencionales.
miércoles, 17 de abril de 2013
recomendaciones sobre los productos light.
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