La bulimia nerviosa es un trastorno alimenticio que consiste en atracones y en métodos compensatorios inapropiados para evitar la
ganancia de peso.
Principalmente encontramos 2 tipos:
Tipo
purgativo: el
individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas
en exceso .
Tipo
no purgativo:
el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno
o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni
usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.
SÍNTOMAS:
1.
Episodios
recurrentes de atracones de comida.
2.
Una sensación de pérdida del autodominio durante los atracones de comida.
3. El
uso regular de vómito autoinducido,
laxantes o diuréticos, dieta estricta o ayuno, o ejercicio muy energético para
evitar el aumento de peso.
4. Un
mínimo de dos episodios de atracón de comida a la semana durante al menos tres
meses.
5.
Preocupación exagerada por la figura y el peso corporal. Las personas que padecen este trastorno están
continuamente obsesionadas por su aspecto y trabajan duro para ser lo más
atractivas posibles.
6.
Antecedentes de dietas frecuentes. Frecuentes intentos previos de controlar su
peso.
7.
Síntomas de depresión. Incluyen pensamientos melancólicos o pesimistas, ideas
recurrentes de suicidio, escasa capacidad de concentración o irritabilidad
creciente.
8.
Excesivo temor a engordar.
9.
Comer en secreto o lo más inadvertidas posible.
10.
Mantenimiento de al menos un estándar normal mínimo de peso.
TRATAMIENTO:
Se debe tratar de evitar los
vómitos, normalizar el funcionamiento metabólico del enfermo, imponer una dieta
equilibrada y nuevos hábitos alimenticios.
Conjuntamente a este tratamiento se lleva a cabo el trabajo psicológico con el
fin de reestructurar las ideas racionales.
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